Una de las compras
para el hogar que más estuve rechazando y que más me alegro de
haber hecho ha sido el robot aspirador.
Estos
electrodomésticos son a priori caros y siembran dudas sobre su
utilidad, sobre todo en las esquinas y huecos debajo de camas y
sofás, debido a su forma redondeada y su tamaño, por lo que la
mayoría nos pensamos su compra, ya que si al final hay que coger la
escoba o el aspirador para los espacios conflictivos; es casi mejor
pasarla por toda la habitación que prácticamente no cuesta esfuerzo
extra.
Para mi sorpresa, no
solo rinden bien en las esquinas o espacios reducidos, sino que al
realizar varias pasadas por la misma zona, el resultado es – aunque
no guste reconocerlo – mejor que el que haríamos de forma
rutinaria.
El funcionamiento es
bastante sencillo: se pone el robot en una habitación cerrada para
limpiar y se pulsa el botón de inicio. Ya está. Automáticamente el
robot empieza a recorrer la estancia, realizando múltiples pasadas
por todos los huecos, ayudado de un algoritmo de ubicación, que por
lo general recorre un 95 – 98% de la habitación, aspirando toda la
suciedad que va encontrando a su paso. La mayoría de modelos
incorporan detección de suciedad extrema, por lo que si al pasar por
debajo de la mesa después de comer, detecta exceso de suciedad, hará
pasadas extra para aspirar las migas.
La parte de las
esquinas la resuelve con un cepillo giratorio que sobresale un poco
de la planta del robot y al aproximarse a la esquina va atrayendo la
suciedad hacia el robot, que automáticamente es aspirada.
No tiene problemas si el suelo de la habitación tiene algún relieve, como alfombras o protectores para sillas con ruedas ya que dispone de una pequeña amortiguación que le permite salvar pequeños obstáculos, aunque tiene problemas con los enredos en cables.
Si la habitación
tiene sillas o mesas, el robot irá aspirando alrededor de las patas,
con lo que no es necesario levantar las patas o mover la mesa, salvo
que se quiera aspirar específicamente la porción que ocupan.
Si el sofá tiene
altura suficiente, el robot será capaz de entrar por debajo y
aspirar toda la suciedad acumulada. Aquí es aconsejable que el robot
disponga de mando a distancia para poder controlarlo, ya que si
termina la limpieza de la habitación debajo del sofá, podremos
sacarlo con el control remoto.
Normalmente disponen de detector de paredes para no chocar de forma violenta con muebles y rodapiés y de un pequeño paragolpes para que en caso de error, no dejar señal ni producir avería.
Hay algunos modelos que tienen accesorios para crear "muros virtuales" que el robot no puede atravesar, en caso de que la estancia esté en un piso superior y evitar que se pueda caer por las escaleras. Otros modelos directamente detectan que no hay suelo debajo de ellos y se dan la vuelta.
El punto de parada
del robot dentro de la habitación es aleatorio, a no ser que en esa
misma habitación esté ubicada la base de carga, en cuyo caso el
robot se pondrá a cargar automáticamente.
Para limpiarlo,
bastará con vaciar el depósito donde se han acumulado los residuos
de la aspiración y limpiar de polvo del filtro antes de volver a
poner el robot a cargar. Una vez al mes, es recomendable quitar los
pelos y residuos acumulados de las partes móviles para no
sobrecargar con los enredos a los rodamientos y motores . Una vez que
dichas partes estén deterioradas, aproximadamente cada 6 meses,
sería recomendable cambiar dichas partes móviles.
Debido a la facilidad de uso e inmediatez, recomendaría estos electrodomésticos a familias con poco tiempo libre para la limpieza, ya que se puede automatizar, a hogares con mascotas, ya que aspira gran cantidad de pelo e incluso es un pequeño juguete para la mascota, a alérgicos, ya que evita la acumulación de alérgenos en el suelo y familias con hijos pequeños.
Fuentes:
- Texto propio
- Imágenes: