jueves, 26 de febrero de 2015

Robot Aspirador

Una de las compras para el hogar que más estuve rechazando y que más me alegro de haber hecho ha sido el robot aspirador.



Estos electrodomésticos son a priori caros y siembran dudas sobre su utilidad, sobre todo en las esquinas y huecos debajo de camas y sofás, debido a su forma redondeada y su tamaño, por lo que la mayoría nos pensamos su compra, ya que si al final hay que coger la escoba o el aspirador para los espacios conflictivos; es casi mejor pasarla por toda la habitación que prácticamente no cuesta esfuerzo extra.

Para mi sorpresa, no solo rinden bien en las esquinas o espacios reducidos, sino que al realizar varias pasadas por la misma zona, el resultado es – aunque no guste reconocerlo – mejor que el que haríamos de forma rutinaria.

El funcionamiento es bastante sencillo: se pone el robot en una habitación cerrada para limpiar y se pulsa el botón de inicio. Ya está. Automáticamente el robot empieza a recorrer la estancia, realizando múltiples pasadas por todos los huecos, ayudado de un algoritmo de ubicación, que por lo general recorre un 95 – 98% de la habitación, aspirando toda la suciedad que va encontrando a su paso. La mayoría de modelos incorporan detección de suciedad extrema, por lo que si al pasar por debajo de la mesa después de comer, detecta exceso de suciedad, hará pasadas extra para aspirar las migas.

La parte de las esquinas la resuelve con un cepillo giratorio que sobresale un poco de la planta del robot y al aproximarse a la esquina va atrayendo la suciedad hacia el robot, que automáticamente es aspirada.



No tiene problemas si el suelo de la habitación tiene algún relieve, como alfombras o protectores para sillas con ruedas ya que dispone de una pequeña amortiguación que le permite salvar pequeños obstáculos, aunque tiene problemas con los enredos en cables.



Si la habitación tiene sillas o mesas, el robot irá aspirando alrededor de las patas, con lo que no es necesario levantar las patas o mover la mesa, salvo que se quiera aspirar específicamente la porción que ocupan.

Si el sofá tiene altura suficiente, el robot será capaz de entrar por debajo y aspirar toda la suciedad acumulada. Aquí es aconsejable que el robot disponga de mando a distancia para poder controlarlo, ya que si termina la limpieza de la habitación debajo del sofá, podremos sacarlo con el control remoto.



Normalmente disponen de detector de paredes para no chocar de forma violenta con muebles y rodapiés y de un pequeño paragolpes para que en caso de error, no dejar señal ni producir avería.
Hay algunos modelos que tienen accesorios para crear "muros virtuales" que el robot no puede atravesar, en caso de que la estancia esté en un piso superior y evitar que se pueda caer por las escaleras. Otros modelos directamente detectan que no hay suelo debajo de ellos y se dan la vuelta.



El punto de parada del robot dentro de la habitación es aleatorio, a no ser que en esa misma habitación esté ubicada la base de carga, en cuyo caso el robot se pondrá a cargar automáticamente.



Para limpiarlo, bastará con vaciar el depósito donde se han acumulado los residuos de la aspiración y limpiar de polvo del filtro antes de volver a poner el robot a cargar. Una vez al mes, es recomendable quitar los pelos y residuos acumulados de las partes móviles para no sobrecargar con los enredos a los rodamientos y motores . Una vez que dichas partes estén deterioradas, aproximadamente cada 6 meses, sería recomendable cambiar dichas partes móviles.



Debido a la facilidad de uso e inmediatez, recomendaría estos electrodomésticos a familias con poco tiempo libre para la limpieza, ya que se puede automatizar, a hogares con mascotas, ya que aspira gran cantidad de pelo e incluso es un pequeño juguete para la mascota, a alérgicos, ya que evita la acumulación de alérgenos en el suelo y familias con hijos pequeños.



Fuentes:
- Texto propio
- Imágenes:

miércoles, 18 de febrero de 2015

Guía de compra de móviles

Guía de compra de móviles


El teléfono móvil se ha convertido en una herramienta de uso diario en la que cada vez hay más variedad sobre la que elegir y en la que cada vez es más complejo acertar con el modelo adecuado al uso de cada uno.

Bajo mi punto de vista, el principal factor en el que hay que fijarse para elegir un móvil u otro es el uso que se le va a dar al terminal, ya que esto determinará la prioridad que deberá tener el factor batería, pantalla, almacenamiento o sistema operativo.

La mayoría de usuarios se podrían englobar en los siguientes perfiles:
  • Uso principal para trabajo/productividad: este tipo de usuarios demandan principalmente inmediatez en la respuesta del terminal y poca tasa de errores, por lo que recomiendo un terminal iOS de la última revisión o la anterior, un Android que lleve la versión 4.2.2 o superior con, al menos 2 GB de memoria RAM o un Windows Phone con la última versión del sistema operativo, que suelen funcionar de forma muy fluida por un precio sensiblemente menor. Estos usuarios normalmente utilizan el correo, calendario y alguna suite ofimática como herramienta principal, por lo que no necesitan un espacio de almacenamiento extremo y con disponer de 16 GB sería suficiente, aunque en caso de hacer fotografías o video se quedaría rápidamente limitado, por lo que sería aconsejable buscar un terminal que acepte tarjeta de memoria adicional o suscribirse a algún servicio de almacenamiento en la nube como Dropbox, Box, etc. Para estos usuarios, considero imprescindible una buena batería que aguante todo el día (mejor buscar referencias en internet sobre cada terminal) y un tamaño de pantalla de unas 5” o más para facilitar la consulta y la interacción. A este usuario se le adapta prácticamente la totalidad de los equipos del mercado desde la gama media-alta.


  • Consumidor multimedia: Este tipo de usuario disfruta utilizando con su terminal juegos punteros o conectándose a webs de streaming de video, tanto bajo demanda como en directo, tales como Youtube, Dailymotion, twitch, vimeo, etc. Para ellos, lo más recomendable sería el último terminal iOS o el buque insignia de las principales marcas de Android (Samsung, LG, Sony, HTC, Google Nexus) para evitar ralentizaciones y con gran capacidad de almacenamiento en ambos casos (a partir de 32 GB), puesto que los juegos cada vez ocupan más espacio en memoria y un tamaño de pantalla a partir de 4,7” para disfrutar del streaming sin forzar la vista demasiado. A día de hoy, los terminales Windows Phone se quedan un paso por detrás a la hora de ofertar las últimas aplicaciones multimedia; pero, por suerte, esta tendencia está cambiando a mejor.

  • Usuario esporádico: este tipo de usuario, que normalmente son personas con pocas cualidades o bien usuarios poco dedicados, ya sea por edad avanzada, falta de interés o de necesidad, es relativamente exigente con el tiempo de respuesta de las aplicaciones que utiliza y normalmente demanda un equipo lo más solvente posible, dentro de un precio limitado. Para ellos, la opción que veo más recomendable es un Windows Phone de gama media o un terminal android de gama media-alta de importación china (marcas como Mi o Meizu han demostrado ser de sobra solventes), con 2GB de RAM al menos, ya que son equipos asequibles aunque muy optimizados con lo que no suele haber ralentizaciones. En el tamaño de la pantalla, creo que lo más recomendable es 4,3” o 4,7”, que permite el manejo con una sola mano y el transporte de forma eficiente, sacrificando algo de comodidad de lectura; pero obteniendo mejor rendimiento de batería.




  • Generador multimedia: Este tipo de usuarios utiliza su móvil como cámara de fotos, video e incluso se plantea editar las imágenes en el propio terminal antes de subirlas a alguna red social. Para ellos, lo más recomendable es un terminal iOS ya que, actualmente, montan las mejores cámaras en dispositivos móviles, junto a los Nokia con Windows Phone. No obstante, las aplicaciones de edición en Windows Phone proliferan menos que en iOS, con lo que si el usuario disfruta editando, es recomendable gastar algo más de dinero para tener una completa gama de aplicaciones a su disposición. En el caso de Android, se dispone prácticamente de las mismas aplicaciones de edición que en iOS; pero el problema está en la cámara de los terminales, que habría que mirar con lupa los resultados que ofrecen, antes de decantarse por uno u otro. Una vez elegido el sistema operativo, optaría por un equipo de 32 GB o más de almacenamiento, ya que el multimedia requiere mucho espacio y una pantalla a partir de 5” si se desea editar imagenes con comodidad.



Si tuviera que elegir un terminal promedio con las mejores características para un uso mixto, me decantaría por un equipo con 4,7” para manejar con una mano y tener buena duración de pantalla, con un almacenamiento a partir de 32GB, a poder ser, expansible con tarjetas de memoria y con la última versión del sistema operativo Android o Windows Phone que lo haga ser lo más económico posible.

Fuentes:
- Texto propio.
- Imágenes: 

sábado, 14 de febrero de 2015

Cursillos Prematrimoniales

Los cursillos prematrimoniales son un requisito de la Iglesia Católica para poder casarte en un templo. Están impartidos principalmente por un conjunto de parejas especializadas en temas sociales y familiares y un sacerdote.

Las parejas abordan temas tales como la familia en la sociedad, la educación de los hijos y otros temas delicados como el aborto. Por su parte, el sacerdote aprovecha para hacer labores de evangelización en su turno de palabra.

Típicamente son cursos de una semana de duración, en los que se realizan dinámicas de grupo como debates y turnos de preguntas y respuestas para que los asistentes participen.

Sobre todo se comentan contenidos prácticos para el día a día con el objetivo de reforzar a las parejas. Cualquier pareja suficientemente madura ya estará aplicando dichos consejos en su día a día; pero es posible que otras parejas más noveles necesiten dicha guía por gente más experimentada.

Aunque normalmente el contenido está presentado bajo la perspectiva de la sociedad de hoy, no hay que olvidar que se asiste a un curso convocado por religiosos, con lo que hay que estar preparado para escuchar opiniones controvertidas que chocan con la sociedad actual.

jueves, 12 de febrero de 2015

Qué hablar de karate con un karateka


Como practicante amateur de karate que soy, me gusta comentar mi afición con amigos y conocidos; pero lamentablemente, la mayoría de las conversaciones se reducen al: "¿Esto vale para algo?", "Hazme algo de karate", "Ya tienes ganas de pagar para pelearte con alguien"; a no ser que el interlocutor también practique algún arte marcial, en cuyo caso la conversación se enriquece y se habla de esfuerzo, tiempos, movimientos, técnicas y un sinfín de temas más.

Esto mismo pasa con cualquier otro practicante de un arte marcial de los llamados "tradicionales", léase karate, kung-fu, judo, aikido, taekwondo... Ya que no consisten sólo en golpear: en una analogía con el fútbol, es como si se redujeran las conversaciones a 22 tíos dando patadas a un balón y se dejara de lado la estrategia, el trabajo en equipo, etc.

Para poder entendernos, aquí va una guía a modo resúmen de todo lo que aporta el karate a la persona:

- Karate como deporte: ésta es la concepción más extendida del concepto de karate. Desde fuera se ve que aprendemos a golpear con puños y piernas y, aunque esto es cierto, lo importante es el trabajo de coordinación, rapidez, flexibilidad y resistencia que hay detrás para poder realizar los movimientos con la precisión, cadencia y soltura requeridos. El nivel de contacto entre los competidores está limitado por norma, con lo que no suelen aparecer lesiones y se fomenta el respeto entre practicantes.


- Karate como arte marcial: esto abarcaría desde las típicas formas o "katas" hasta el trabajo de combate, en las que el practicante va viendo como un trabajo rígido y básico de katas va ganando en fluidez con ejercicios cada vez más dinámicos hasta llegar al combate. Ni que decir tiene que todo lo aprendido en niveles básicos se va arrastrando en los ejercicios más complejos, aplicándolo en función de la pericia de cada uno.


- Karate como defensa personal: esta es la parte "práctica" del karate, en la que, aprovechando que es un deporte de contacto, se aprende a defenderse ante situaciones reales de pelea callejera, agresión con arma blanca, violencia de genero, etc. Aquí la idea es plantear una situación posible y repetir la "solución" hasta el infinito, de forma que si nos encontramos en una situación similar, el movimiento salga mecánicamente.

- Karate como estilo de vida: conseguir todo lo anterior requiere mucho esfuerzo, dedicación y  constancia durante años, con lo que se aprende a valorar mucho más lo conseguido a través del trabajo y la concentración que las compras a base de tarjeta, aportando, bajo mi punto de vista, madurez y perspectiva a la persona, ya que se plantea objetivos a mediano y largo plazo y tiene mayor predisposición a luchar por ellos.


Lo bueno que tiene es que se puede adaptar a todas las edades, y, aunque no va a ser lo mismo un practicante de 15 años que otro de 50; todos pueden practicar esta disciplina sin sentir el desánimo de quedarse atrás, ya que se puede potenciar una u otra faceta del karate en función de las capacidades de cada uno.

Desde aquí animo a todo aquel con curiosidad a probar y disfrutar de la riqueza de esta disciplina.

Fuentes:
- Texto propio.
- Imagen creative commons:
  · https://c1.staticflickr.com/9/8007/7667681464_3310c729c2_h.jpg 

- Resto de imágenes de http://www.freepik.com
 

miércoles, 11 de febrero de 2015

Intro

Pues ya estoy aquí. 

No es que internet estuviera echando en falta a un tipo como yo escribiendo, si acaso ahora tiene más trabajo conmigo ya que tiene que filtrarme; pero hace tiempo que estoy buscando una actividad para parte de mi tiempo libre que no sea lo típico de salir a correr o echar el rato con los videojuegos y tras saturar de aburrimiento a mucha gente pidiendo sugerencias, se me ocurrió la idea de abrir un blog.

Aquí no pretendo reflejar mi vida diaria ni nada por el estilo, sino más bien compartir información que considero que será útil a alguien en algún momento y comprobar de primera mano la experiencia de escribir en internet.